Alguna vez has cometido un error, o dos... ¡Yo, claro que sí!

Me lancé a trabajar por mi cuenta abriendo English Naturally en 2018. Tenía un sueño y mucho corazón, pero quizás sea justo decir que no estaba debidamente preparado para trabajar por cuenta propia en España y todo lo que ello conlleva.

Sin embargo, tuve la gran suerte de contar con un grupo sólido de estudiantes, algunos de los cuales siguen conmigo hoy en día, y a todos vosotros (ya sabéis quiénes sois) no puedo agradeceros lo suficiente vuestro apoyo inquebrantable (y vuestro perdón).
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Cometí bastantes errores al principio, y en los dos primeros años de English Naturally me encontraba dando clases por las mañanas a adultos, durante la hora de comer a empresas, por las tardes a niños y por la noche a más adultos.

¡Fantástico! Diréis, lo que todo el mundo quiere es tener muchos clientes... y es verdad, tuve suerte en ese sentido. 
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No obstante, realizaba todas las tareas administrativas e intentaba poner en marcha un negocio por las noches, y a veces mis noches se alargaban hasta altas horas de la madrugada. Estaba tan atareado que ni siquiera tenía tiempo de ver lo que iba mal. Por supuesto, no había forma de que pudiera continuar con esta vida que estaba construyendo, iba a acabar en un gran colapso como no tuviese cuidado.
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Había hecho muchas cosas bien, eso estaba claro, pero mis errores me habían conducido ciegamente a este punto, y estaba muy lejos de mis sueños... Vivía, sobrevivía, por los pelos, y algo iba a estallar.
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Puedo mirar atrás y reírme ahora (y tú también puedes reírte), reírme del día en que llegué temprano a una clase de la empresa una tarde, sólo para quedarme dormido de cansancio en el coche en el aparcamiento. Me desperté unas horas más tarde y me había perdido la clase de principio a fin.

Esta experiencia, y el día en general, fueron un claro reflejo de la catástrofe hacia la que me dirigía.
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¿Por qué te cuento esto? ¿Por qué comparto mis pequeños y sucios secretos? Bueno, creo que es muy importante que aprendamos a apreciar nuestros errores y a reflexionar sobre ellos tal y como son. Porque no hay aprendizaje sin error, la experiencia se construye, precisamente, a base de errores.
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Lo mismo ocurre con nuestro viaje de aprendizaje de idiomas. Vamos a cometer errores al aprender un nuevo idioma, pero si los ocultamos, si nunca dejamos que el mundo nos vea mientras cometemos nuestros errores, nunca tendremos la oportunidad de ver qué está fallando. Y nunca tendremos la oportunidad de llevar nuestro aprendizaje al siguiente nivel.

Por tanto, celebremos nuestros errores como las experiencias de aprendizaje que son, y reflexionemos sobre el crecimiento que nos proporcionan juntos.

Con cariño
Daniel
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