Actualmente estamos rodeados de dispositivos electrónicos constantemente, por entretenimiento o por motivos profesionales o académicos, ya que la tecnología está presente en casa, en el trabajo y hasta en el cole. De hecho, las pizarras digitales y los recursos audiovisuales están presentes día a día en las aulas, sin embargo muchas instituciones educativas no solo dejan que la gestión de estas herramientas la lleven los docentes, sino que también las ponen en manos del alumnado y de sus progenitores en el hogar cuando les facilitan portátiles y los utilizan para todo tipo de actividad de aprendizaje. ¿Cómo influye la tecnología en los jóvenes?En este momento estamos viviendo una era en la que la tecnología avanza y se actualiza en todos los ámbitos con rapidez. Esto provoca que los niños y los jóvenes también quieran estarlo, pues las nuevas generaciones han nacido con la posibilidad de acceder a información en todo momento, lo que nos lleva a dos fenómenos que ponen en peligro el rendimiento cognitivo de los estudiantes. Por una parte lo que se denomina nomofobia, un trastorno que consiste en el miedo irracional a no disponer del móvil o a no poder conectarse a internet. Esta adicción causada por el uso excesivo del teléfono genera ansiedad, depresión, aislamiento e incluso problemas físicos como dolor de cabeza. Por otra parte nos encontramos con el fenómeno de visualización acelerada, que consiste en consumir diversos tipos de contenidos audiovisuales a una velocidad de reproducción mucho mayor que la natural. Esto puede realizarse de diferentes maneras, cambiando la velocidad en un botón, presionando la pantalla para que se muestre a un ritmo más elevado o decantarse por vídeos que dividen la pantalla y muestran grabaciones totalmente distintas al mismo tiempo. Estas prácticas son todo lo contrario a aprovechar el tiempo, crean una sensación de productividad que los expertos definen como falsa y obstaculizadora de comprensión. Es por ello que los espectadores desarrollan la necesidad de exponerse a un mayor número de estímulos y su capacidad de atención cae en picado. La problemática de la tecnología va más allá del propio uso de esta, pues resulta escalofriante descubrir que los dispositivos pueden afectarnos negativamente incluso cuando no los estamos utilizando, simplemente por el hecho de tenerlos a la vista. Una investigación publicada por la revista Scientific Reports llevó a cabo un experimento en el cual se asignaba la misma tarea a dos grupos, uno debía apagar el móvil y dejarlo sobre el escritorio mientras que el otro debía apagarlo y dejarlo fuera de la habitación. Los investigadores evaluaron la precisión, la velocidad y el rendimiento de la atención en la tarea y pudieron observar que el rendimiento de los estudiantes que tenían el móvil cerca fue mucho menor que el de aquellos que lo habían llevado a otro cuarto, por lo que concluyeron que el simple hecho de tener el móvil presente en la zona de estudio, sin importar si está encendido o apagado, tendrá consecuencias en la realización de tareas. ¿Qué podemos hacer nosotros?Como sostiene la ONU, la tecnología es un foco de distracción y acarrea circunstancias nada beneficiosas, pero está en nuestras manos ayudar a los jóvenes a regular su uso responsable para que puedan exprimir sus múltiples funciones provechosas en lugar de depender psicológicamente de ellas. En primer lugar deberíamos poner límites sobre su uso, pero no de manera autoritaria, sino sentándonos a hablar y llegar a un acuerdo a través de la concienciación y comprensión (debemos ser conscientes de lo mucho que supone para ellos despegarse de estos aparatos, pues son la puerta a conectar con sus amigos, a divertirse...). Siguiendo las recomendaciones de Eduardo Cruz, el director ejecutivo de Qustodio, una plataforma española especializada en controles parentales y seguridad familiar, debemos tener en cuenta que restringir su uso no es suficiente. El fundador de esta aplicación anima a las familias a involucrarse en el uso de las tecnologías para que, además de ayudar a reducir la sobreestimulación, los padres muestren a sus hijos que la tecnología puede utilizarse para aumentar la socialización utilizándolas en zonas comunes o en conjunto jugando con ellos a un videojuego, viendo películas o comentando vídeos o podcasts que les gusten para que así no descuiden las interacciones humanas. Juntos nos ayudamos más y mejorDesde Englidh Naturally queremos que sepas que apostamos por los beneficios de motivación, curiosidad e innovación que pueden representar las TIC. El contenido audiovisual está presente en nuestras clases cumpliendo estos requisitos y por lo tanto se emplean cuando suponen una aportación que potencie el interés y las ganas de aprender de tus hijos. Para nosotros la tecnología no reemplaza métodos tradicionales sin más únicamente por el hecho de parecer más modernos o novedosos. Nos preocupamos por combinar ambos mundos para obtener una enseñanza que ilusione a nuestros estudiantes y que les ayude a aprender mejor.
Con cariño, Ari
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AuthorDaniel Peel. Archives
Junio 2024
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