Como alguien que nunca fue a la universidad, que nunca se graduó, este ha sido un concepto que he interiorizado a lo largo de mi vida. Estoy aprendiendo constantemente, ya sea en el trabajo, con los amigos, a través de cursos, programas online o habilidades autodidactas. La vida está llena de lecciones. Es más, podría agregar que las más importantes son en realidad lecciones de vida que no se pueden enseñar en el aula.
Estuve escuchando un discurso de Vishen Lakhiani, fundador de Mindvalley, en el que hablaba sobre el hecho de que pasemos un mínimo de 4 años estudiando para obtener un título. El mundo y la tecnología avanzan a tan buen ritmo, que en esos 4 años nuestra educación puede llegar a ser obsoleta y casi irrelevante para cuando nos graduemos.
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Una gran fuente de interés para mí es el concepto o sentimiento de confianza, y quería escribir sobre cómo el acento y la pronunciación afectan a esta. O bien cómo nuestras creencias sobre el acento y la pronunciación afectan a nuestra confianza al hablar otro idioma.
Hace poco estuve compartiendo con algunos alumnos la alegría de haber aprendido algo de mi argot español de la mano de Antonio Banderas, lo que derivó en una interesante conversación como os podéis imaginar. Soy un ávido lector y siempre lo he sido. Desde que tengo uso de razón me ha encantado la magia que se encuentra al perderse en una buena historia. Creo que me contagié de mi madre, de hecho, estoy seguro de que así fue. De mi padre no pudo ser, a quien veía únicamente leyendo artículos de periódicos o revistas. Pero mi madre, por otro lado, fue quien nos presentó a mis hermanos y a mí el amor por los libros de cuentos. Nos leía a todos cuando éramos pequeños (es el tipo de mujer que nunca está demasiado lejos de cualquier libro). Recuerdo a mi madre absorta gracias a la compañía de un buen libro en un momento dado y en cualquier momento. Daba igual que tuviera otras tareas: siempre encontraba tiempo para leer (alternaba varios libros al mismo tiempo). No tengo idea de cómo se las arreglaba para no confundirse con las diferentes historias y sus personajes correspondientes, es algo que nunca he logrado dominar.
Conoces a alguien que no escuche? Alguien que siempre te interrumpe cuando hablas, tal vez hace una pregunta y luego, sin darte tiempo para responder completamente, continúa hablando, hablando por encima de ti, pasando a otra cosa en su mente, o tal vez incluso comienza a caminar mientras sigues hablando con él o ella.
Creo que todos conocemos a alguien así; ¿No es lo más frustrante? ¿Qué pasó con el arte de escuchar, me refiero a la escucha de verdad, la escucha activa, la capacidad de estar presente en lo que otro tiene que decir, dándole a su voz la importancia que se merece con empatía? Transmitiendo nuestra pasión a las nuevas generaciones
Todavía hay un gran movimiento internacional que empuja y exige “profesores de inglés NATIVOS porque son mejores”, pero no estoy del todo convencido de que estos argumentos estén bien fundados, o en algunos casos incluso bien planteados. Desafortunadamente, debido a que demasiados padres insisten en tener maestros NATIVOS para sus hijos, en lo que en mi opinión es una creencia desacertada de que son mejores. Las escuelas y academias se ven presionadas a anunciar y contratar maestros NATIVOS, cuando hay bastantes a menudo hay profesores locales NO NATIVOS mucho más adecuados disponibles, que pueden estar mucho mejor calificados, con experiencia local perfecta. Los profesores locales NO NATIVOS tienen tantísimo que ofrecer en el entorno de aprendizaje del idioma inglés que un profesor NATIVO casi nunca puede competir y, con demasiada frecuencia, simplemente se les pasa por alto antes de que se les dé una oportunidad. ¿Y qué es el inglés NATIVO de todos modos, de dónde viene y cómo suena? Los padres a menudo me hacen esta pregunta.
No es sorprendente que la respuesta sea la misma que con cualquier otro proyecto que valga la pena: el mejor momento para empezar fue probablemente ayer. Sin embargo, el segundo mejor momento para comenzar es definitivamente hoy. ¿Podemos llegar a ser verdaderamente fluidos en un idioma por nuestra cuenta?
Soy un firme creyente de que ganar confianza y fluidez en un idioma no proviene de listas de vocabulario o memorizar estructuras gramaticales, ni de aprobar un examen y colgar el certificado en la pared. Aquí en España, todavía estamos demasiado obsesionados con la idea de que un certificado es la mejor manera de demostrar las habilidades lingüísticas de uno. Solo de pensarlo me genera frustración. Desafortunadamente, la cultura española aún mantiene el idioma inglés en el aula como una materia escolar más. Los contenidos se aprenden, se memorizan para aprobar un examen y los conocimientos se dejan en el olvido. Esto ocasiona que aparezca una nueva generación de padres que quieren más y empiezan a exigir más. Las academias de inglés nunca han estado tan concurridas como hasta ahora. Cuando llegué a España hace poco más de seis años, yo era un angloparlante típico, hablaba inglés, y eso es todo. En total, mis habilidades en español consistían en "hola, adiós, gracias" y, por supuesto, "un café, por favor" o "una cerveza, por favor". Realmente nunca había planeado mudarme a España, ni había considerado aprender otro idioma.
Mi viaje por el idioma español comenzó muy lenta y tentativamente; Hablaba inglés en el trabajo donde enseñaba el idioma, hablaba inglés en casa para mis hijos, para asegurarme de que crecieran verdaderamente bilingües, y era demasiado fácil para mí depender de mi pareja española para las cosas importantes de la vida, como citas médicas y organización de mis documentos, etc. No fue hasta un par de años más tarde cuando mi situación personal cambió drásticamente, y de repente se me pidió que hablara español todos los días en público, y desde entonces mi viaje de aprendizaje ha dado un giro abrupto. |
AuthorDaniel Peel. Archives
Mayo 2023
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Todo
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