La mayoría de alumnos y familias de alumnos que estudian inglés se han hecho la siguiente pregunta en algún momento de su aprendizaje: ¿es mejor un profesor nativo o uno no nativo? Pues bien, ambas opciones presentan ventajas y desventajas, pasemos a analizarlas. Comencemos con los profesores nativos. Sin duda, tener un profesor que hable inglés como lengua materna tiene sus ventajas. La inmersión lingüística es más auténtica y natural. Puedes aprender no solo el idioma, sino también las sutilezas culturales y las expresiones idiomáticas que un nativo puede ofrecer de manera intuitiva. Además, la pronunciación y el acento serán precisos, lo que puede ser útil para mejorar tu habilidad auditiva y tu propia pronunciación. Por otro lado, hay algunos inconvenientes. A veces, los profesores nativos pueden tener dificultades para entender los errores específicos que cometen los estudiantes no nativos, ya que no han pasado por el mismo proceso de aprendizaje del inglés o quizás nunca han aprendido un idioma y no llegan a comprender exactamente todo lo que conlleva. Eso puede llevar a una falta de empatía y conexión con el alumno, pues no han vivido su esfuerzo, frustración, vergüenza y demás momentos difíciles que acompañan al proceso. Además, pueden carecer de la experiencia pedagógica necesaria para enseñar de manera efectiva, ya que hablar el idioma no garantiza automáticamente la habilidad para enseñarlo. Una cosa es saber y otra ser capaz de transmitir conocimiento. De hecho, numerosos estudios demuestran que los nativos de habla inglesa muestran una mayor ineficacia para comunicarse y hacerse entender cuando hablan con no nativos en situaciones comunicativas internacionales, mientras que los no nativos son capaces de llegar a tener conversaciones fluidas tanto con nativos como con personas que tienen el inglés como segunda o tercera lengua. Esto revela que el hecho de no hablar otro idioma y no ser consciente del reto que supone, y de los problemas de comprensión y malentendidos que se pueden dar, los nativos de inglés tienen más dificultades para comunicarse con alumnos con una lengua materna distinta que además no dominan, lo que se agrava y complica si además son monolingües. Ahora, pasemos a los profesores no nativos. En primer lugar, entienden los desafíos y las dificultades que enfrentan los estudiantes no nativos, ya que han pasado por lo mismo. Esto les permite ofrecer una perspectiva única y estrategias de aprendizaje adaptadas a las necesidades de los estudiantes. De la misma forma, crean un vínculo de comprensión con sus alumnos porque se ven reflejados en ellos, viéndoles seguir los mismos pasos e intentando facilitar todo el proceso de aprendizaje en la medida de lo posible porque saben lo duro que puede llegar a ser y la gran diferencia que marca el apoyo y la comprensión. Además, los profesores no nativos suelen tener un conocimiento más profundo de la gramática y la estructura del idioma, ya que han tenido que estudiarlo de manera consciente y sistemática. Esto puede ser beneficioso al explicar conceptos complejos y corregir errores específicos, además de anticiparse al tipo de fallos que va a cometer el alumnado, conocerlos bien y saber abordarlos desde su propia experiencia como estudiante aplicando técnicas que les hayan resultado tanto a ellos como a muchos otros españoles. Por otra parte, aunque no suele ser muy recomendable utilizar el español en el aula, a veces resulta muy útil para hacer comprender una regla, una equivalencia u otro tipo de expresión o concepto que resulte complicado de entender. De esta manera, el profesor no nativo puede darle al alumno las herramientas tanto en inglés como en español, mientras que el profesor nativo no podría (a no ser que tenga un nivel alto de la lengua materna del alumno). Por supuesto, también hay algunas desventajas. A veces, los profesores no nativos pueden tener un acento más marcado, lo que puede dificultar la comprensión para algunos estudiantes. Sin embargo, esto puede ser una oportunidad para acostumbrarse a diferentes acentos y mejorar la habilidad auditiva en situaciones del mundo real donde se encontrará con una variedad de hablantes de inglés. No obstante, esto no siempre es así, pues muchos profes de inglés han vivido fuera o han practicado mucho durante su aprendizaje y han conseguido “quitarse” su acento y adoptar uno que replica el nativo a la perfección. Podríamos pensar que entonces lo más negativo de un profesor de inglés no nativo es la falta de cultura, pero créeme, si una persona se dedica a la enseñanza de lenguas no solo ha aprendido el idioma, sino que se ha interesado por culturas, en plural, que forman parte de los hablantes de la lengua por todo el mundo. Asimismo, es muy probable que haya viajado y haya visto muchas películas para empaparse de cultura, y si ha vivido en el extranjero durante una temporada entonces ha experimentado la cultura o culturas en sus propias carnes como para conocerla bien. En resumen, ambos tipos de profesores tienen sus ventajas y desventajas. Sin embargo, en mi opinión, los beneficios de aprender con un profesor no nativo superan a los de un profesor nativo. Su comprensión profunda de los desafíos del aprendizaje del inglés como segundo idioma y su enfoque pedagógico adaptado hacen que la experiencia de aprendizaje sea más efectiva y gratificante.
Así que la próxima vez que estés buscando un profesor de inglés considera darle una oportunidad a un profesor no nativo, tal y como hacemos en English Naturally, para darles a vuestros hijos la formación más completa y enriquecedora. Con cariño, Ari
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AuthorDaniel Peel. Archives
Junio 2024
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