En un mundo tan cambiante, con avances en numerosos ámbitos, parece mentira que los jóvenes sigan teniendo la presión de tener que "encajar" en lo que se espera de ellos y completar el camino educativo tradicional (realizar los estudios de la escuela primaria y secundaria y culminar con los universitarios). Cierto es que muchos estudiantes se benefician de dicho itinerario, aunque muchos otros simplemente lo toleran para "cumplir" o porque no están seguros de qué otra cosa podrían hacer, mientras que otros lo pasan realmente mal y acaban abandonando, desmotivados y perdidos. Las ganas de aprender disminuyen y corren peligro de extinguirseSegún van pasando los cursos y avanzando en su recorrido educativo, son muchos los alumnos que van perdiendo el interés y a los que les cuesta lidiar con su vida académica día a día. De hecho, de acuerdo con los datos extraídos del Instituto Nacional de Estadísticas recogidos en un informe del sindicato Comisiones Obreras, cada vez más jóvenes españoles dejan de estudiar después de la ESO. Además, la tasa de abandono escolar entre la población de 18 a 24 años ha subido ocho puntos en tan solo tres años. Está claro que algo no estamos haciendo bien. En lugar de formar estudiantes que se superen y progresen en cada etapa educativa se les están quitando las ganas de seguir instruyéndose y optan por abandonar antes o durante la realización de estudios superiores. Con esto no se pretende apoyar la idea de que todos deberían seguir el a, b, c establecido por nuestra sociedad como "lo correcto", sino que lo que sí deberían es tener opciones para tomar otro camino y salirse del molde. Un mundo de opcionesEs cierto que la motivación por estudiar escasea, sin embargo hoy en día lo que abundan son itinerarios educativos alternativos. Quizás el problema recaiga en la desinformación o en los prejuicios de que "si hago un ciclo formativo soy menos que los demás" o "si no voy a la universidad decepcionaré a mi familia". Como exponíamos anteriormente, debemos buscar la manera de que los jóvenes que no encajen en el molde "de serie" puedan buscar otro que se adapte mejor a ellos, a sus necesidades, a sus inquietudes, a su proyección de futuro... un molde que pueda resultar menos popular pero sí más útil, sobre todo si consigue devolverle las ganas de aprender y la sensación de valía. Puesto que no podemos pretender que un pez vuele y evaluar su aptitud en base a una situación tan descabellada, es importante que nos centremos en lo que a nuestros hijos sí les gusta, sí se les de bien y sí podrían especializarse para dedicarse profesionalmente. La vida no acaba cuando te cuesta sacarte la ESO. La vida no acaba cuando decides no cursar Bachillerato porque te cuesta, porque sientes que las asignaturas no te aportan nada o por cualquier otro motivo personal que te impide seguir el recorrido normal y esperado en ese molde en el que no encajas o que ahora mismo te aprieta, te cohíbe o te angustia. No dejes que tus hijos se desesperen por considerar que tomar otra alternativa arruinará su futuro, pues todos los caminos llevan a Roma y si encuentran la pasión por aprender no tendrán límites. Las posibilidades de continuar formándose después de los estudios obligatorios son amplias: desde la clásica elección de cursar bachillerato hasta la gama de opciones educativas orientadas al mundo laboral (o no, pues si recuperas la motivación puede que te anime a seguir estudiando). Estudiar lo que todos es muy respetable siempre y cuando suponga un beneficio para el estudiante, pero no debemos olvidarnos de las oportunidades que ofrecen los ciclos formativos (¡con prácticas en empresas en las que en muchas ocasiones podrás quedarte como trabajador cuando finalices!), otros tipos de enseñanzas para los más creativos o deportistas, como las artísticas, deportivas y de idiomas, sin olvidarnos de las no regladas (cursos de especialización técnica, de perfeccionamiento o para el empleo). Y recuerda, desviarte por un camino menos habitual no te impide alcanzar la meta que te propongas, se puede llegar al nivel académico más alto de todos sin haber cursado bachillerato, se puede tener un negocio sin una carrera universitaria y se puede ser inmensamente feliz aprendiendo un oficio en el que los conocimientos adquiridos sean aplicados de forma real. Recuperar la chispaSomos conscientes de que es difícil mantener la pasión y las ganas por aprender del alumnado, puesto que estas van disminuyendo por muchos motivos distintos que varían de un estudiante a otro y que están fuera de nuestro alcance (contexto familiar, características personales) pero sí podemos rendir cuentas en cuanto a los factores escolares. Desde English Naturally trabajamos encarecidamente para que el alumnado se sienta feliz con su aprendizaje. Tratamos de brindar un ambiente fructífero que propicie la adquisición del lenguaje en colaboración con todos los participantes del aula. Intentamos también aportar otras maneras de acercar el idioma a los alumnos lejos de métodos obsoletos como fichas de relleno para dar paso a dinámicas que fomenten el pensamiento a través del diseño de nuestras propias actividades inspirándonos en dinámicas creativas. Nuestro centro se preocupa por establecer unas condiciones en las que cada estudiante sea tenido en cuenta, proporcionando así una ratio baja (no más de 9 alumnos por grupo) para poder dar una atención individualizada dentro del aula.
Esperamos que tus hijos sigan su propio camino y que encuentren la mejor manera de labrarse un futuro en un mar infinito de opciones. En cuanto a su viaje hacia el aprendizaje del inglés, nos esforzaremos en que sea lo más provechoso posible para que resulte algo menos por lo que preocuparse en un futuro con tantas incógnitas y decisiones que tomar, a veces a edades madurativas demasiado tempranas. ¡Mucho ánimo! Con cariño, Ari
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AuthorDaniel Peel. Archives
Junio 2024
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Todo
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