La crianza plurilingüe

​Criar a un niño plurilingüe puede sonar complicado, pero vale la pena. No solo porque les abre un mundo de posibilidades, sino porque les ayuda a desarrollar habilidades cognitivas increíbles. Los niños que crecen aprendiendo y utilizando más de un idioma desde una edad temprana desarrollan una serie de habilidades cognitivas únicas debido a la complejidad y la flexibilidad requeridas para manejar múltiples sistemas lingüísticos. Algunas de estas habilidades incluyen la flexibilidad cognitiva, que representa la habilidad de adaptación al alternar entre diferentes idiomas según el contexto y las personas con las que están interactuando, la mejora de la memoria y la resolución de problemas, pues recordar vocabulario, reglas gramaticales y estructuras sintácticas en varios idiomas fortalece la memoria a corto y largo plazo y además, al enfrentarse a situaciones en las que necesitan comunicarse en diferentes idiomas, los niños plurilingües desarrollan habilidades para encontrar las palabras adecuadas o para entender y responder a diferentes puntos de vista lingüísticos y culturales. 

​Los estudios también indican que existe una mejora en el razonamiento y la creatividad, dado que la exposición a diferentes idiomas puede estimular el pensamiento divergente en los niños plurilingües, que están constantemente comparando y contrastando diferentes formas de expresión y perspectivas culturales. También se detecta en estos niños una mayor conciencia metalingüística, es decir, una comprensión más profunda de cómo funcionan los idiomas, incluyendo la gramática, la sintaxis y la semántica. Esto les ayuda a comprender mejor su propio idioma y a adquirir habilidades más sólidas en la lectura, la escritura y la comunicación en general. Y, por supuesto, la exposición temprana a múltiples idiomas hace que sean más receptivos y adaptativos al aprendizaje de nuevas lenguas en el futuro. 

Lo primero que debemos tener en cuenta al llevar una crianza en un ambiente plurilingüe es que el proceso de aprendizaje de un idioma es mucho más sencillo para los niños que para los adultos. Ellos absorben como esponjas todo lo que escuchan a su alrededor, así que mientras más exposición tengan a distintos idiomas, mejor. Por ello, una de las formas más efectivas de criar a un niño plurilingüe es hablarle en diferentes idiomas desde el principio. Es sumamente importante practicar el idioma de forma activa, hablando y jugando. Conversar con ellos utilizando el idioma que se les pretende enseñar puede marcar una gran diferencia en su proceso de adquisición de la lengua, haciendo que la interioricen y la usen en la vida real sin miedo y con naturalidad.

​Si en casa hablamos español, pero también hablamos inglés, gallego o cualquier otro idioma, no dudéis en alternar entre ellos cuando interactuéis con vuestros hijos. Es posible que en algún momento mezclen los idiomas, es completamente normal y con el tiempo se irán adaptando a cada idioma de manera más fluida. De hecho, lo más común es que los niños plurilingües experimenten lo que se conoce como interferencia lingüística. Esto ocurre cuando mezclan elementos de diferentes idiomas en una misma conversación o frase. Sin embargo, este fenómeno no debe interpretarse necesariamente como algo negativo ya que, en muchos casos, es un signo de competencia en múltiples idiomas y puede reflejar una comprensión sólida de los diferentes sistemas lingüísticos.

Y os preguntaréis, ¿sabrán diferenciar los idiomas? Pues bien, los niños plurilingües son perfectamente capaces de distinguir entre los idiomas que conocen. Aunque puedan mezclar o alternar entre idiomas en ciertas situaciones, tienen la capacidad de reconocer y diferenciar los diferentes sistemas lingüísticos que han aprendido. Desde una edad temprana son conscientes de las diferencias en vocabulario, pronunciación, gramática y estructuras sintácticas entre los distintos idiomas que escuchan y hablan. 

Para llevar a cabo este estilo lingüístico de crianza lo más importante es crear un ambiente de cariño y apoyo en casa, donde el aprendizaje de los idiomas sea algo divertido y natural. Recordad que el objetivo no es que vuestros hijos sean perfectamente bilingües en todos los idiomas, sino que tengan la habilidad de comunicarse adecuadamente en diferentes entornos lingüísticos.

​Una gran idea que podemos utilizar como técnica para acercarles el idioma es rodearlos de libros, canciones y programas de televisión en distintos idiomas. Así, además de escuchar los idiomas, también podrán asociarlos con diferentes situaciones, aprendiendo en contexto.

En resumen, criar a niños plurilingües es todo un viaje emocionante que requiere dedicación y paciencia, pero que sin duda alguna enriquecerá sus vidas de una manera extraordinaria. Así que ¡ánimo! Y a seguir explorando el maravilloso mundo de los idiomas junto a vuestros pequeños, y no tan pequeños.

Con cariño,
Ari